En Venezuela existen 335 municipios, 24 estados, 29 ministerios, y un poder ejecutivo, el cual maneja el presupuesto público nacional. Anualmente todos los organismos públicos realizan una propuesta de los ingresos proyectados y cómo piensan gastarlos, tomando en cuenta los indicadores económicos del Banco Central de Venezuela, los precios del barril del petróleo, los ingresos por tasas impositivas, y otros rubros económicos. El gobierno nacional debe proporcionar a las gobernaciones y alcaldías recursos económicos, a través del “situado constitucional”, además de créditos adicionales por ingresos extraordinarios. Cada Ministerio maneja su presupuesto, al igual que el Poder Ciudadano, PDVSA y entes descentralizados. Esto indica, que los recursos provienen de diferentes fuentes, e inclusive en muchos casos hasta por endeudamiento.
Sin embargo, muchos gobernantes y funcionarios públicos pecan en la idea de planificar el presupuesto de inversión y gastos encerrados en oficinas cómodas, en presencia de funcionarios miembros de su tren ejecutivo y especialistas, donde ellos deciden qué hacer y en pocas oportunidades convocan a la sociedad civil, consejos comunales para informarles en qué van a invertir, sea el Municipio, Estado, comuna, sin tomar en cuenta la participación ciudadana pensando que esa es la mejor manera de ejercer el presupuesto participativo, bueno está muy lejos de serlo.
El presupuesto participativo es la iniciativa de participación ciudadana más reveladora de un gobierno local, regional o nacional, que dentro de su estructura cumple con aspectos como rendición de cuentas, acercamiento a la sociedad, identificación de problemas reales, sentido de pertenencia, dinamismo en la gestión pública. Aunado a ello, es una herramienta política de alto nivel, debido a que sí el presupuesto es debatido con los ciudadanos y aprobado por ellos, ningún Consejo Local de Planificación, Consejo Estadal, Consejo Federal, Concejo Municipal, Consejo Legislativo o Asamblea Nacional, se atrevería a devolverle o no aprobarle al gobernante el presupuesto, pues de hacerlo, se pondrían la soga al cuello, debido a que no es un capricho del gobernante, si no que fue aprobada por la Sociedad Civil en compañía del Poder Comunal.
Las iniciativas de presupuestos participativos en Venezuela nacen desde la década de los noventa y cobran mayor fuerza luego de la aprobación de la Constitución de 1999. El modelo más apropiado de seguir es el brasileño, practicado en el Estado Rio Grande del Sur muy especialmente en su capital Porto Alegre. La Metodología es muy sencilla, se hace una convocatoria general de las fuerzas vivas, si es un presupuesto local de las parroquias, de ser presupuesto regional de los municipios y si es un presupuesto nacional de los estados. Se hace un rendimiento de cuentas de la inversión del presupuesto del año anterior y se informa sobre los recursos proyectados para el nuevo año fiscal, los cuales se cuentan para la discusión del presupuesto. Es muy acertado aquellos gobernantes que permiten informar que del 100% del presupuesto el % X se va en gastos de pago de personal, administrativos además de los operativos, quedando para la inversión el % X, y ese porcentaje de inversión es la base para la discusión del presupuesto.
Luego los participantes tendrán la oportunidad de poder identificar los problemas que ellos consideren que padece su Comunidad, Parroquia, Municipio, Estado, dependiendo el caso, y luego poder identificar los 06 o 10 problemas más importantes, se saca la media de todos los participantes, se constituyen las 06 o 10 principales mesas de trabajo por área seleccionada y de esa manera se inicia el ejercicio de participación ciudadana más fascinante, pues los ciudadanos entienden así que los recursos son finitos y las necesidades infinitas, a la par que logran comprender que a pesar de la existencia de múltiples problemas no todos se pueden solucionar inmediatamente, y que es responsabilidad de los tres niveles de gobierno, sin importar el color político de turno. Aquel gobernante que adopte esta herramienta de participación de seguro tendrá ventaja con aquel que no lo haga. Participa y Ganarás.
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Jesús Castillo Molleda (Profesor Universitario, Politólogo, Locutor)
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