lunes, 7 de marzo de 2011

¡EPA PROFE!, ¿YA SE INSCRIBIÓ EN EL PEI?

En el mundo universitario solo se habla del PEI (Programa de Estimulo al Investigador) en sustitución del PPI (Programa de Promoción al Investigador). Trasnocho, estrés, cansancio, es lo que vivimos los profesores universitarios a la espera de poder ingresar los datos en la Web. Ahora bien, expreso mi opinión. Hace diez años atrás, ser profesor universitario era ganarse un estatus en la sociedad, se gozaba de buena remuneración, se dedicaban horas a investigar, se brindaba una educación de calidad, con solo el sueldo universitario se vivía decentemente, se tenia un buen vehículo, vivienda propia, seguro de hospitalización de calidad, caja de ahorros (para ahorrar de verdad), el profesor asistía motivado y contento a dar clases, era todo un privilegio ser profesor e inclusive se entusiasmaba a las nuevas generaciones, a que el esfuerzo que hacían por sacar buenas notas, investigar, producir buenos trabajos de tesis, sería recompensado, pues podía titularse o llegar a ser profesor universitario.

En la actualidad, pasa todo lo contrario, excepto que seas una autoridad universitaria de alto nivel. Los profesores de hoy que viven solo del sueldo universitario se la ven difíciles, porque hoy día con un solo sueldo no se vive; porque si trabaja en universidad pública hay meses que pasa sin cobrar, y si trabaja en universidad privada pagan muy poco, así que el profesor o profesora se las ingenia para poder sobrevivir. Se levantan muy temprano y se va a dar clases en la mañana, como es difícil vivir solo con el sueldo de la mañana, busca dar clases de tarde y como también se hace difícil vivir con el sueldo de la mañana y tarde, termina buscando dar clases también de noche. Si es profesor de Pregrado se le hace la tarea más compleja aún, porque se acostumbra que en un salón se tenga desde 50 hasta 100 estudiantes y en algunos casos más, pero al profesor le pagan lo mismo, sin importar el número de alumnos. Así que, en el día puede tener hasta 200 alumnos, quizás más, en los tres turnos, que debe evaluar, debe gritar en el salón para que lo escuchen (porque la acústica es muy mala o la infraestructura no esta bien acondicionada, además de la cantidad excesiva de alumnos por aulas), intentar ser lo mas motivador posible para llamar la atención de los alumnos, controlar el uso de computadoras, teléfonos celulares, para los que se la pasan chateando en clases y si el profesor tiene estudios de posgrado o doctorado, también busca dar clases los fines de semana en los diferentes posgrados y doctorados que ofertan los centros de estudios en la modalidad presencial o a distancia.

Ustedes se imaginan las ganas y el entusiasmo que le queda al profesor, después de tener una semana de esclavitud, que se ve reflejada en que muchos no tienen casa propia, el carrito ya no aguanta, la ropita con que asisten a la universidad la han remendado varias veces. Algunas universidades exigen trajes y corbatas, o uniformes pero lo tiene que comprar el profesor. Además de que, existen unos empleados dentro de las universidades, que su única misión es perseguir a los profesores por si llegan, por lo menos con 10 minutos de retraso para poncharle la hora, y en algunas oportunidades, se es victima de la inseguridad dando clases.

Claro, se critica al político por el gasto en vehículos, chóferes y gasto de representación, pero algunas autoridades universitarias, andan en vehículos lujosos y muy ostentosos, con chóferes, comen en reconocidos y lujosos restaurantes, visten muy bien, pero como es la academia, mejor no se dice nada. Con todo lo anteriormente explicado, un gran número de profesores universitarios tienen que hacer maravillas para vivir y con qué tiempo, estímulo y ganas se pone a investigar. Mis queridos lectores esto es una realidad que se vive en nuestras universidades.

Por esa razón, ha sido tan difícil ingresar al PEI a través de Internet para ingresar los datos, porque esto representa unos churupitos adicionales para cubrir el pésimo salario universitario. Como profesor universitario, con diez años de experiencia, me atrevo a reflejar la gran realidad que están pasando miles de profesores, que solo viven de los salarios de sus horas de clases sin tener algún otro ingreso adicional. Claro, como estamos en carnaval, muchos, después que pase la festividad, no se quitaran sus caretas, al contrario las mejoraran para los próximos carnavales. Y por supuesto, ya yo me inscribí en el PEI.

@jcastillomolled

Jesús Castillo Molleda (Profesor Universitario, Politólogo, Locutor)

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